El piloto de KH-7, Repsol y Onyx Seguros logra finalizar el Dakar tras reaparecer en esta dura carrera 8 años después.

El ilerdense se clasifica 35º de la general y 4º de su categoría T1.S.

“Estoy muy emocionado porque acabar el Dakar es realmente extraordinario y no hubiera sido posible sin toda la gente que ha confiado en este proyecto”.

“La mejor noticia es que mi piel está bien después de tantas horas de carrera, gracias al eficaz funcionamiento del Cojín Inteligente”.

Isidre Esteve ha hecho historia. Ocho años después de su debut en coches, el piloto de Oliana reaparecía en el Dakar 2017 con el objetivo de finalizar la prueba gracias a la ayuda del Cojín Inteligente. Este dispositivo debía permitirle pasar más de 10 horas diarias sentado en el Mitsubishi Montero con los mandos adaptados en el volante, sin arriesgarse a sufrir úlceras en la piel. Y el piloto de KH-7, Repsol y Onyx Seguros ha superado con éxito el reto, al completar sin problemas físicos la carrera más dura del mundo y firmar el 35º lugar absoluto de coches y 4º en la categoría T1.S.

Hoy, la última etapa constaba de 722 kilómetros, de los cuales tan sólo 64 eran cronometrados. Isidre Esteve y su copiloto Txema Villalobos afrontaban la última jornada con máxima precaución y la única misión de llegar hasta la línea de meta de Buenos Aires. Los miembros del KH-7 Rally Team no han arriesgado en absoluto y han marcado un 39º lugar parcial.

“Había mucho polvo en la última especial y hemos decidido tomárnoslo con mucha tranquilidad, disfrutando de cada kilómetro y conscientes de la importancia del momento. Los últimos instantes han sido súper emotivos y, sinceramente, no puedo explicar con palabras lo que he sentido”, reconocía el ilerdense.

“En el aspecto deportivo estamos muy felices pero, sobre todo, por el extraordinario éxito del proyecto social. Resultados al margen, la mejor noticia es que mi piel está bien y que ha resistido sin problemas a tantas horas seguidas de pilotaje. Sin duda, superar este Dakar es el mejor aval posible para el Cojín Inteligente”, subrayaba feliz tras completar la friolera de 45 horas de carrera y más del doble al volante en dos semanas, incluiyendo los enlaces.

“El cojín me ha permitido encarar este proyecto deportivo sin preocuparme por la salud y centrándome tan sólo en hacer un buen papel junto a mi copiloto Txema Villalobos, que ha sido clave. También hay que destacar la gran labor de todo el equipo de mecánicos de DKR Raid Service, ARC-Racing y Miracar. Sin ellos no hubiera podido acabar este Dakar”, declaraba el piloto de Oliana.

“Agradezco la implicación de KH-7, Hospital de la Vall d’Hebrón, Centre d’Alt Rendiment de Sant Cugat, DOGA, Antonio Mengíbar y de todo el mundo que ha colaborado en este proyecto. Quiero dar las gracias, en especial, al fisioterapeuta Miquel Àngel Cos y a mi pareja Lidia Guerrero, que tanto han trabajado durante el Dakar para que yo pudiera pilotar cada día en las mejores condiciones posibles”, explicaba Isidre Esteve.

En estos momentos de máxima felicidad, Isidre Esteve tampoco podía olvidarse de sus patrocinadores principales: “Estoy muy agradecido a KH-7 y muy en especial a su presidente Josep Maria Lloreda, que confió en mí desde el principio. También a la gente de Repsol, porque correr con ellos de nuevo ha sido como volver a casa y, por supuesto, a Onyx Seguros por apoyarme desde que decidí regresar a la competición. Tampoco puedo olvidarme de la gente de mi tierra, Lleida, que tanto me han apoyado. Gracias a todos por acompañarme en esta apasionante aventura del Dakar, cuyo recorrido me ha gustado mucho, ya que la navegación ha vuelto a recuperar protagonismo. Felicito por ello a Marc Coma y a todo su equipo”.

Isidre Esteve confía ahora en que la experiencia tenga continuidad. “Debemos destinar un pequeño tiempo a saborear el éxito, pero rápidamente habrá que ponerse manos a la obra para preparar la próxima temporada. Quiero volver el año que viene al Dakar para ser más competitivos. Esta edición nos ha servido para ganar confianza y saber qué podemos mejorar de cara al futuro. Ese es nuestro deseo”, sentenciaba.